El Gaucho Salteño y la Guerra de La Independencia:
El General Martín Miguel de GÜEMES, para cubrir las necesidades de la guerra, y ante la falta de recursos para costear un Ejercito permanente, agravado por la ausencia de ayuda por parte de Las Provincias Unidas, convocó a los Gauchos Salteños para conformar lo que se conocería con el nombre de “Las Milicias de GÜEMES”.
Cuando la voz del Jefe se alzó pidiendo el concurso para defender la patria invadida por los realistas, todo el gauchaje acudió, abandonando sus ranchos, mujeres, hijos y labores, para convertirse en los magníficos centauros inmortalizados con el nombre de “Los Gauchos de GÜEMES”.
Que tanto sabían llevar una carga de caballería por entre el más tupido monte, como transformarse en eficiente infantería, en que sus dóciles animales servían de murallas y escudos.
Con sus sombreros retobado y ponchos al viento, las cabalgaduras, ataviadas con el tradicional apero y los infaltables guardamontes, enseres que en la totalidad del conjunto, les proporcionaba un aspecto fantasmal alado.
Situación explotada por el gaucho con toda habilidad y maestría recurriendo a ciertos ardid, tales como el de castigar con el rebenque sobre los guardamontes, produciendo un atronador rugido que causaba pánico y desconcierto total en los enemigos, que desconocían esta situación.
Los Gauchos, que sirvieron a las órdenes del Gral. GÜEMES, y sus Capitanes, cuando eran convocados a las filas, lo hacían con sus pertenencias, ( pilchas, poncho, caballo, apero, lazo, guardamontes, facón y boleadoras) y como armas para el combate, una lanza hecha con tacuara con una chuza o cuchillo en la punta.
Carecían de uniformes y armamento adecuado para la guerra, en razón de que no eran soldados de línea, tales como Los Infernales, Granaderos, Húsares, Dragones o Cazadores, todo les faltaba, pero tal como lo manifestara su Jefe el Gral. GÜEMES, en una carta en la que expresa:
“.....balanceado los riesgos que presenta la miseria de la expedición, con las ventajas que de su efecto podrán resultar a la Causa; en las precisas circunstancias de nuestro estado político e inclinada la FIEL por la Causa, despreciando los inconvenientes......”
“....pero si, llevando gravado en el pecho de cada uno de mis Gauchos el lema: “MORIR POR LA PATRIA ES GLORIA”.
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